El pasado sábado 16 de marzo, el Ayuntamiento de Torrelapaja estrenaba un nuevo espacio multiusos. Es un local rehabilitado por el consistorio de esta localidad de la Comarca Comunidad de Calatayud situado en la Calle Mayor y que se va a destinar a diferentes usos como biblioteca, espacio de lectura, sala de reuniones o coworking, entre otros. Su primera función fue acoger un pleno ordinario del Ayuntamiento.
Este local había estado destinado las últimas décadas como archivo del Ayuntamiento y en el mismo se han llevado a cabo las votaciones cada vez que ha habido elecciones sirviendo de colegio electoral del municipio. Anteriormente, durante los años setenta, ochenta y noventa del siglo pasado, fue la sede de la oficina del Ayuntamiento y de la Cámara Agraria local, de ahí que popularmente se le denominara como “Ayuntamiento viejo”. Y remontándonos a unas décadas anteriores, los cuarenta, cincuenta y parte de los años sesenta, según informan desde el consistorio, hizo las veces de “escuela de los chicos”, pues la “escuela de las chicas” estaba en una habitación de la casa de San Millán, antes de que se hicieran las escuelas actuales.
Como recordó el párroco D. Pablo Rubio en la inauguración, el local en el que antiguamente varias generaciones de torrelapajanos, algunos de los cuales se encontraban presentes en el acto, aprendieron a leer y a escribir y unos pocos conocimientos más en unos tiempos en los que el ir a la escuela se hacía desde los 6 a los 10 o 12 años aproximadamente, vuelve a tener un fin cultural y de aprendizaje.
Como todos los pueblos, Torrelapaja multiplica su población en los meses de verano, sobre todo en agosto, y son varias las personas que demandan un lugar en el que poder trabajar teniendo una buena cobertura de internet. Se pretende por parte del Ayuntamiento “cubrir esa necesidad y poder habilitar media docena de puestos de trabajo si se consigue que la compañía Telefónica instale la fibra, que según conversaciones mantenidas con la misma parece que va a ser factible”, aseguran.
La obra, con un coste de alrededor de 16.000 euros, se ha financiado con los fondos del Plan PLUS de la Diputación Provincial de Zaragoza.
