????: L. GÓMEZ
Gran partido del equipo en el San Iñigo para volver a conseguir una victoria importante.
Dados los últimos resultados del equipo bilbilitano, conseguir una victoria hoy se antojaba más que necesario, y el partido que hizo el equipo, jugador por jugador, demostró que estaban convencidos de que se lograría.
El partido arrancó como gusta a todos los seguidores de este ilusionante proyecto, con un Calatayud decidido a hacer gol cuanto antes, manejando el balón con precisión y creando ocasiones de peligro cada vez que pisaban campo rival.
Tanto fue así que en el minuto 8 los de Luis Ángel Lassa ya tenían el marcador 2-0, ambos anotados por Mario Agustín, hoy el mvp. El primero de ellos, tras una buena jugada por banda izquierda, donde tras derribar a Pau en el borde del área, Panocha recogía el esférico y habilitaba a Mario para el mano a mano que supondría el primero de la tarde. Minutos más tarde, con una volea maravillosa en la frontal del área lograba su doblete particular.
Con esta tempranera ventaja cualquiera pensaría que el partido sería tranquilo, pero ni mucho menos. A partir del minuto 15 el Santa Anastasia calentó motores y estuvo acercándose con mucho peligro a la portería defendida por Navarrete, tanto por bandas como por el centro con muchos jugadores de calidad en zona peligrosa. Pero el equipo supo sufrir. Trabajó como nunca para defender el resultado con uñas y dientes, haciendo al público levantarse del asiento cada vez que salían al contragolpe. Cada ataque del Santa era una batalla que ganar, pues suponía un paso más hacia la victoria.
En la segunda mitad, ambos equipos notaron el desgaste físico. El cambio de Jota por Pau permitió disponer de más efectivos en el centro del campo para dificultar el juego interior de los visitantes que estaba haciendo daño a los bilbilitanos, además de dar la pausa necesaria cuando recuperaban el balón.
Con mucho más espacio que en la primera mitad, pudieron los de Luis Ángel Lassa ampliar la ventaja con las transiciones rápidas de Pablo, Mario y Panocha, pero las piernas pesaban y había más imprecisiones. La nota positiva en esta mitad estuvo en la defensa, pues se minimizaron los acercamientos visitantes y se pudo mantener la ventaja que el Calatayud tenía en el marcador.
El pitido final significaba más que una victoria. “Era olvidarse de los dos últimos partidos donde el equipo no estuvo a la altura, y volver a ganar ante uno de los rivales más potentes del grupo”, aseguran a través de la crónica oficial del Atlético Calatayud.
La próxima jornada, el equipo blanquillo jugará como visitante frente al Gancho, en Zaragoza.