Partido igualado el presenciado hoy en el San Íñigo de Calatayud, sin apenas ocasiones, en el que dos detalles marcaron la diferencia. Tres puntos que hacen que los de Luis Angel Lassa empiecen el año de la mejor manera posible.
En la primera parte, el conjunto visitante saltó al campo con las ideas claras, haciéndose fuertes atrás con una defensa muy poblada tratando de sorprender a la contra a través de balones largos. Por su parte, el conjunto bilbilitano, ponía la paciencia necesaria (en ocasiones demasiada), para acercarse al área rival y generar peligro. Salvo un remate de Robert en el borde del área pequeña bien atajado por el guardameta visitante, tras una buena acción de Ponti, pocos sobresaltos.
Sabía el equipo que un punto no era suficiente y mejoró en la segunda mitad. Empezó a carburar el centro del campo con un Diego lanzando al equipo a la presión, Cortés multiplicándose por el campo y Celimendiz enlazando jugadas con mucha calidad. Sin embargo, en los partidos donde predomina la igualdad, los detalles marcan la diferencia, y así fue. En primer lugar el guardameta bilbilitano Navarrete, con dos fantásticas paradas consecutivas evitaría lo que parecía el 0-1. Minutos más tarde, Keko ponía un magnífico balón a la espalda de los centrales, que Pau acomodó, para que Navarro desde atrás mandase un obús al fondo de la red. Golazo en el minuto 74, 1-0.
Destacar los minutos finales del equipo blanco en los que se supo sufrir y aguantar el resultado, en un escenario donde tantos partidos se han escapado los puntos.
Después de tres jornadas sin ganar, estos tres puntos «nos dan la confianza que necesitaba el equipo para recuperar la buena dinámica de principio de temporada, y seguir creyendo en que podemos luchar por estar arriba», aseguran desde el equipo.
El próximo domingo, el Atlético Calatayud se desplazará al San Félix Arena de Morés.