Hoy se cumplen 55 años de la declaración de Calatayud como conjunto histórico-artístico. La cuarta ciudad de Aragón, testigo de diferentes culturas, respira historia y arte y sus muchos atractivos la convierten en un lugar imprescindible dentro de la provincia de Zaragoza.
Sus orígenes romanos todavía se conservan y los restos de la que comenzó siendo Bílbilis todavía pueden apreciarse en su yacimiento, situado a cinco kilómetros del casco urbano, o en el Museo Arqueológico.
De la época islámica es el castillo de Ayub, del que deriva su nombre. A sus pies desciende el barrio de la morería, constituido por estrechas y retorcidas calles.
Fruto de la larga presencia de los musulmanes, la ciudad reúne numerosas muestra mudéjares: la torre, el ábside y el claustro de la Colegiata de Santa María (declarada Patrimonio Mundial por la UNESCO), la iglesia y torre de San Pedro de los Francos, o la iglesia y torre de San Andrés.
Imprescindibles en cualquier visita a Calatayud son también la iglesia de San Juan el Real, cuyas pechinas de su cúpula fueron pintadas por un joven Goya, las puertas que daban acceso a la ciudad, como la Puerta de Terrer, con su Fuente de los Ocho Caños, o la Puerta de Zaragoza, o la antigua judería y por supuesto la plaza de España.
Y por supuesto, no olvides que….»Si vas a Calatayud pregunta por la Dolores»: en la Hospedería del Mesón de la Dolores y en su museo podrás conocer de primera mano todo sobre este legendario personaje, objeto de películas, zarzuelas y obras literarias.
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