
Ayer se celebraba el Día del Voluntariado y el Ayuntamiento de Calatayud, desde el departamento de Servicios Sociales y junto con la Coordinadora Aragonesa del Voluntariado, han promovido un sencillo encuentro para poner en valor la labor de quienes de forma libre, profunda y valiente se dedican a los demás.
Como se explicaba en el manifiesto leído por representantes de distintas asociaciones en el mural del exterior de la Casa de la Juventud, “el voluntariado es un gesto silencioso, formado por luces y sombras. Supone cansancio, dudas, frustración e impotencia pero también, crecimiento, aprendizaje y sentido”. “El voluntariado transforma a quien lo ejerce y enseña a mirar el mundo con otros ojos, tejiendo una red invisible que sostiene comunidades enteras”, rezaba también el manifiesto.
Desde el consistorio bilbilitano se reafirmaba la apuesta por la formación de las personas voluntarias, su cuidado y reconocimiento. Es el compromiso que han refrendado las entidades participantes en este día, y que cuentan con voluntarios que dan sentido a la palabra comunidad.
A continuación, en la Residencia Municipal de Mayores “San Íñigo”, la concejal del Mayor en el consistorio bilbilitano, Simona Dragan, encargada de los Servicios Sociales Municipales, entregaba un pequeño detalle a las voluntarias y voluntarios que trabajan con los mayores en distintas actividades.
Teatro, proyecciones fotográficas, cuidado e inteligencia emocional, cine, y otros momentos que comparten y que unen a estas personas con los trabajadores y residentes. Son una decena los voluntarios que tienen planificadas sus actividades a lo largo de todo el mes, pero el grupo crece con quienes acompañan y están dispuestas para acompañar en las salidas a los mayores o para ayudar en las celebraciones que tienen en esta residencia que es su hogar.









