Aragón ha cerrado la campaña de prevención y extinción de incendios forestales con el menor número de incendios y de superficie calcinada de los últimos 20 años, a pesar de que se ha registrado el tercer verano más cálido desde 1961. Así, durante este periodo estival se han registrado 97 incendios, que han calcinado 38,04 hectáreas frente a las 3.494 quemadas de media en los años previos. Es decir, la superficie quemada se ha reducido en un 99% durante esta campaña respecto al periodo 1991-2020. «Este año ha sido extraordinario, pero para bien, a pesar de que comenzamos la campaña con unas condiciones muy adversas», ha asegurado la directora general de Gestión Forestal, Ana Oliván, en la presentación del balance de este periodo.
Como contexto, a pesar del déficit de precipitación acumulado en los meses de marzo, abril y mayo y de las altas temperaturas registradas, las precipitaciones de los últimos días de mayo propiciaron que el inicio de campaña se afrontara con un estado hídrico de los combustibles vivos mejor de lo esperado.
En cuanto a la climatología, el verano ha sido muy cálido, con una anomalía de 1,4 grados centígrados más que el promedio histórico 1991-2020. Sin embargo, también ha sido un verano muy húmedo respecto a los últimos años, con un 31% más de precipitaciones que en ese periodo.
Esta circunstancia ha hecho que los niveles de alerta por incendio forestal se hayan mantenido por debajo o en torno a los valores medios durante casi toda la campaña, excepto la mayor parte del mes de agosto, concretamente entre el 8 de agosto y el 1 de septiembre, cuando fueron muy superiores.
Balance desde enero
En el periodo del 1 de enero al 30 de septiembre se han registrado 333 incendios, cifra ligeramente inferior a la media histórica 2005-2022 que se sitúa en 370, de los que 261 (78%) fueron conatos, porcentaje muy similar al de la media histórica, que se sitúa en el 77%. En total se han calcinado un total de 1.469,08 hectáreas forestales, una cifra muy inferior a la media histórica que se sitúa en 3.946,44 hectáreas.
Por provincias, Huesca ha registrado 96 incendios que han calcinado 347,51 hectáreas; Teruel, 64 incendios con 881 hectáreas quemadas; y en la provincia de Zaragoza se han ocasionado 118 incendios con 239,70 hectáreas calcinadas. Solo se ha registrado un gran incendio, el que se declaró en Villanueva de Viver (Castellón) en el mes de marzo y afectó a San Agustín y Olba en la provincia de Teruel y calcinó 840 hectáreas en Aragón.
En lo que se refiere a las causas de los incendios, han disminuido notablemente los incendios producidos por accidentes y negligencias (47,1% en 2023 frente al 51,8 del promedio histórico) y aquellos que tienen su origen por causas naturales (18,6% frente al 21,9%). Ha aumentado el porcentaje de los incendios intencionados (22,5% este año frente al 15,8% histórico) y más ligeramente aquellos originados por causas desconocidas y reproducciones (10,5% frente al 9,7 y 1,2% frente a 0,8%, respectivamente).
Las cifras del verano
De estas cifras globales durante el periodo de verano, del 1 de junio al 30 de septiembre, se han producido 97 incendios, cifra muy inferior al promedio histórico (179). Se han quemado 38,04 hectáreas, una cifra infinitamente inferior al promedio histórico, que asciende a 3.494 hectáreas. «Es decir, solo se ha quemado un 1% de superficie del promedio histórico, una cifra que no es nada habitual», ha indicado Oliván. «Las lluvias de verano han evitado que el fuego se desarrolle», ha añadido.
En cuanto a las causas de los incendios para dicho periodo, la mayoría de los incendios (45,4%) han tenido su origen en causas naturales (rayo), seguidas de las accidentales y negligentes con un 33% y de las desconocidas (14,4%). Los incendios intencionados han supuesto el 7,2% del total del periodo.
Si se comparan estos datos con el promedio histórico hay un ligero aumento de las causas desconocidas (14,4% en 2023 frente al 9,9% histórico) y de los naturales (45,4% frente al 42,2%). Por el contrario, también hay ligeros descensos de las causas accidentales y negligentes (33% en 2023 frente al 39,3% histórico) y de los intencionados (7,2% frente al 7,3%).