Han pasado más de dos meses desde la llegada a Calatayud de un grupo de 39 personas, entre ellos, 17 menores que huían de la guerra en Ucrania. El Ayuntamiento de la ciudad cedió el Albergue Municipal de Claretianos a Accem y en cuestión de horas se coordinó el operativo, donde colaboró desde el primer momento Cruz Roja.
Tras el periodo de acogida, las entidades siguen avanzando para facilitar la integración de este grupo de personas en la ciudad, que ya han comenzado su inserción laboral. La pasada semana se celebraba una reunión entre el alcalde, la concejal de Participación Ciudadana y responsables de Accem y seguidamente, la concejal Simona Dragan mantuvo un encuentro con el responsable de Cruz Roja en Calatayud y el integrador social que gestiona al grupo de refugiados.
“Nos encontramos inmersos en una nueva fase del proceso de acogida. Queremos avanzar en la enseñanza del español, lo que mejorará la comunicación con su entorno”, explica la concejal Simona Dragan. La edil informa de que varias de estas personas ya han comenzado a trabajar en empresas locales y comarcales y se está avanzando en la inserción del resto.
Junto a Cruz Roja se estudian posibilidades para continuar las clases de español para adultos, que se iniciaron con sesiones impartidas por voluntarios y más adelante se ampliaron en el curso ofrecido por el Ayuntamiento y la UNED. Mientras, los niños y niñas continúan con sus clases de español impartidas por profesorado voluntario jubilado. Los voluntarios de Cruz Roja han estado implicados en distintas tareas, como el acompañamiento, apoyo con menores, charlas acerca del duelo migratorio y clases de yoga, entre otros.
La concejal concluye: “Las muestras de solidaridad y el humanismo que los voluntarios de Cruz Roja han mostrado en esta situación son dignos de reconocimiento. Agradezco personalmente toda su implicación para hacer más sencilla la vida de estas personas que han huido de una guerra”.
