El pasado lunes, la localidad de Paracuellos de la Ribera, en la Comarca Comunidad de Calatayud, celebraba un centenario entre sus vecinos. Era el de Pilar Soriano Vela, una vecina que recibía una gran fiesta en la que participaban familiares, amigos y vecinos del municipio.
Pilar Soriano nace en Paracuellos de la Ribera el 10 de junio de 1924, tiene dos hermanas, Ascensión y María. A sus diez años, quedan huérfanas de su madre Felisa, y su padre Emilio y una hermana de él, llamada Josefa, es quien las cuida, y Pilar los cuidaría a ellos hasta su fallecimiento. Como eran tiempos difíciles le toca muy pronto salir a trabajar, cosa que no ha dejado de hacer en el campo y en su casa hasta muy avanzada edad.
Guapa, moza, se casa con Ramón “El Torralbeño”, con quien convive hasta que él fallece en 2013. Siempre juntos, a pesar de no tener hijos, tiene un montón de sobrinos, dos de la hermana mayor Ascensión y catorce de la pequeña María, a los que cuida como si fueran suyos, dándoles toda su ayuda, tanto económica como emocional.
Siempre ha tenido en su casa algún sobrino, y cuando van haciéndose mayores le devuelven algo de lo que ella les ha dado, ayudándoles en las tareas del campo, recogiendo cerezas o si han estado enfermos. En su casa todos disfrutaban de alegría y buenas comidas.
“Una mujer en mayúsculas, que en esta vida ha dado todo y nunca ha pedido nada”, asegura una de sus sobrinas. Ahora, vive en su casa de siempre, con los cuidados que le dan Ángel y Marisa, unos sobrinos junto a sus dos hijos Alejandro y Sheila, que para ella son sus nietos. El resto de la familia quiere a Pilar como su segunda madre.
No solo su familia, en el pueblo todo el mundo la quiere, porque es una buena persona que ha ayudado en todo lo que ha podido y su casa ha estado abierta siempre para todo el mundo. Prueba de esto es la celebración de sus cien años, a la que acudían el pasado lunes, tanto la familia, como los vecinos del pueblo.