Profeta Isaías 1, 3-4: Conoce el Buey a su amo y el asno, el pesebre de su dueño.
El Profeta Isaías es uno de los profetas que más ha profetizado sobre el nacimiento de Jesús en el Antiguo Testamento, anunciando que Jesús nacería entre un Buey y una Mula.
Este Buey y esta Mula tienen su sentido teológico, aún cuando el evangelio, en los capítulos del nacimiento de Jesús, no se haga mención de estos dos animalillos. Sí se menciona en los evangelios llamados Apócrifos, en el llamado “Evangelio del PseudoMateo”, en el capítulo 14, que cuenta como en el tercer día del nacimiento de Jesús, María salió de la gruta, entro en el establo, depositó al niño en el pesebre y el Buey y la Mula lo adoraron. Entonces se cumple la profecía de Isaías, de la que hacíamos mención al principio.
El Profeta Habacuc 3,2; también dijo aludiendo al nacimiento de Jesús: “te manifestarás entre dos animales”. También Habacuc profetiza y hace mención de la presencia del Buey y la Mula en el Portal, de que hay que alabar a Dios aún cuando en los campos no haya cosechas ni animales en los establos.
También el significado teológico que tienen estos dos animales es, que el Buey representa al pueblo de Dios y acoge a Jesucristo, y creyó en él. La Mula representa al pueblo judío que no acogió a Jesucristo y no creyó en él, y que lo acabarían condenando a la Cruz.
Representan, estos dos animales, de igual forma, la adoración del pueblo de Dios y de los paganos que se acabarían convirtiendo a Cristo.
Y así representa la adoración de todos los pueblos a Jesús, al igual que los pastores y los Reyes de Oriente, pues que como el Buey y la Mula, los pastores y los Reyes, nosotros también estemos en esta Navidad al pie de la Santa Cuna de Belén, en adoración a Jesús, junto con la Santísima Virgen María y San José, y les ofrezcamos nuestro corazón limpio y purificado.
Feliz y Santa Navidad, y próspero 2024.
Fdo.: Juan Carlos Sanz Pérez.