El área de Infraestructuras del Ayuntamiento de Zaragoza ha incorporado una unidad de descontaminación móvil para mejorar la seguridad y la salud de las brigadas municipales. Este equipo se instalará en las obras en las que los trabajadores del servicio de Conservación de Infraestructuras puedan estar expuestos al amianto, como por ejemplo la reparación de tuberías de fibrocemento. En total podrá ser utilizada por unos 90 profesionales municipales.
La ciudad de Zaragoza cuenta con unos 300 kilómetros de tuberías de fibrocemento. Muy empleado durante años, este material se va sustituyendo progresivamente por conducciones de fundición dúctil que, además de no contener fibras de amianto, son más flexibles y menos proclives a roturas.
La consejera de Infraestructuras, Patricia Cavero ha señalado que la nueva unidad de descontaminación `constituye una importante herramienta de protección que completa y mejora la seguridad que ofrecen los equipos individuales. Está dotada con todos los elementos necesarios para eliminar la contaminación y preservar la salud de los trabajadores’.
El objetivo es impedir que las fibras de amianto queden adheridas a la ropa o a la piel del trabajador y se desprendan posteriormente, con el riesgo de que sean inhaladas por él u otras personas. De esta forma, se da un paso más en la protección que ofrecen los trajes de seguridad, las mascarillas autofiltrantes FFP3, las botas impermeables o los guantes de protección que ya se venían utilizando, tal y como establece el Real Decreto 396/2006 y los procedimientos del propio Ayuntamiento de Zaragoza.
Este equipo móvil, que ha supuesto una inversión de 43.929 euros, está formado por tres compartimentos que garantizan la separación y el aislamiento entre la zona contaminada (zona sucia) y la zona libre de amianto (zona limpia), a través de una zona intermedia (zona de ducha).
Cuando finaliza su trabajo, el personal de las brigadas municipales accede al primer compartimento (zona sucia), donde se despoja de todo su equipo de protección personal, a excepción de la mascarilla, las gafas y unas chanclas. Esta zona cuenta con una unidad de filtración para renovar el aire y expulsarlo al exterior totalmente filtrado.
Una vez depositados los EPI’s en una bolsa en la que serán desechados, el trabajador pasa al siguiente compartimento habilitado como zona de ducha. Este es el espacio donde realmente se `descontamina’ el trabajador. El agua utilizada se bombea hacia un sistema de filtros para ser posteriormente desechada. Por último se accede a la llamada ‘zona limpia’, habilitada como vestuario con calefactor y cinco taquillas individuales.
La unidad cuenta además con un compartimento adicional que alberga distintos elementos técnicos: la unidad de filtración de agua, el termo para el agua caliente, los sistemas de llenado y desagüe o un grupo electrógeno. Sólo es accesible desde el exterior y no tiene conexión con ninguna de las otras tres zonas.
Los trabajadores que utilizarán esta unidad han recibido formación sobre su uso y mantenimiento, en el marco del plan general de trabajos de reparación y mantenimiento de conducciones con amianto del Ayuntamiento de Zaragoza.