????: Protección Civil Comarca Calatayud
Hoy, muchos lo recordarán. Hace veinte años, la noche del 10 al 11 de noviembre de 2003, una gran sima se abría en la Calle Justo Navarro de Calatayud, a la altura del número 8. La conocida como “Casa Azul” tenía que ser desalojada de manera urgente por riesgo de colapso al aparecer multitud de grietas en viviendas y en las paredes de este céntrico edificio.
Todos los vecinos fueron desalojados por los servicios de emegencias. Unos fueron a las casas de sus familiares y otros, a hoteles de la ciudad. El edificio, al que también pertenecía el portal número 6, contaba con más de medio centenar de viviendas además de garajes y locales comerciales.
El edificio fue apuntalado y unos meses después fue demolido con el visto bueno y el respaldo de varios informes técnicos municipales. Algo que causó polémica entre los propietarios, que tuvieron que vaciar sus casas y empezar una “nueva vida”.
El testimonio de una vecina que prefiere mantenerse en el anonimato: “nos vestimos como pudimos y bajamos a la calle con lo puesto”
“Cuando esa noche nos llamaron al timbre, por las horas que eran, estábamos todos dormidos y piensas… esto es una broma”, asegura la vecina mientras relata que a través del telefonillo le decían: “salgan deprisa que se ha abierto una grieta y puede derrumbarse la casa”. “Oí ruido en la calle, me asomé y vi vecinos, policía y bomberos en la calle”, asegura. Entonces pensó “esto no es una broma”.
“Entras en pánico. No sabes lo que pasa. Llamé a mi marido, despertamos a mis hijos, nos vestimos como pudimos y bajamos a la calle con lo puesto”, recuerda. Todo ello antes de que los vecinos fueran realojados en hoteles: las personas mayores y los niños tenían preferencia. “Yo llevé a mis hijos a casa de mis hermanos y nosotros nos quedamos allí toda la noche con otros vecinos”, puntualiza.
“No entendíamos que pasaba y pasamos del susto al miedo y el no saber que iba a pasar todo eran preguntas”, relata aunque “no había ninguna respuesta”. Tras ello, esta vecina cuenta que “empezamos a oir ruidos y como si se moviera el suelo, y de repente se oyó un gran estruento y se fue la luz de todo Calatayud”. Entonces, recuerda esta vecina, “entramos en pánico”.
Cuenta también que cuando la luz volvió, “vimos que se había abierto un gran socavón. Nos quedamos sin palabras”. Tras ello “ya si que no sabíamos que iba a pasar ni cuando podríamos volver a nuestras casas”.
“Ya han pasado veinte años y lo que si sabemos es que ya nunca volveremos a nuestra casa”, asegura esta vecina recordando de manera emotiva el suceso.