El Servicio de Protección de la Naturaleza (SEPRONA) de la Guardia Civil de Zaragoza, en colaboración con el Servicio Provincial del Departamento de Sanidad del Gobierno de Aragón, ha detenido a una persona y llevado a cabo la investigación de otras tres en el marco de la “Operación Pizca”, tras el hallazgo de más de 1200 kilogramos de productos cárnicos no aptos para el consumo humano. La comida se hallaba en un establecimiento abierto al público, y en un local-almacén de la localidad de Illueca.
Tras indicios de que se pudieran estar marcando piezas de carne con sellos sanitarios de mataderos dados de baja en el registro correspondiente, así como de que se estuvieran realizando labores de sacrificio en lugares no autorizados para ello, en marzo de 2023 se inspeccionaron tanto el establecimiento como el local-almacén. En el establecimiento abierto al público se detectaron diversas deficiencias sanitarias, así como 36 kilogramos de productos cárnicos no aptos para el consumo humano. En el local-almacén se observaron útiles propios de la labor de sacrificio, así como cámaras frigoríficas, congeladores y hasta 1200 kilogramos de productos cárnicos de diversa índole, los cuales no estaban identificados o no existía documentación acreditativa que justificase la trazabilidad de los mismos. En ambos casos, los productos fueron dictaminados por los Servicios de Sanidad como no aptos para el consumo humano.
Es destacable que durante la actuación se localizó e intervino un sello de marcado sanitario perteneciente a un matadero, y que estaba siendo utilizado de manera fraudulenta en algunos de los productos encontrados. Además, el establecimiento no estaba autorizado para la labor que allí se realizaba, ni tenía suministro de agua y luz en el momento de la inspección, si bien, posteriormente se pudo comprobar que se estaba cometiendo un presunto delito de defraudación de fluido eléctrico.