Especialistas del Subsector de Tráfico de la Guardia Civil de Zaragoza han investigado a un transportista como presunto autor de un delito contra la seguridad vial, tras haber cometido una infracción grave cuando circulaba por la autovía A-2.
En la mañana del día 13 de octubre una patrulla del Destacamento de Tráfico de la Guardia Civil de Calatayud observó, a la altura del punto kilométrico 289 de la autovía A-2, término municipal de Épila, a un vehículo articulado cuyo conductor realizaba una conducción errática y en forma de zigzag, desplazándose entre el arcén derecho y el izquierdo, ocupando la totalidad de la calzada, provocando un grave peligro tanto para el propio conductor como para el resto de los usuarios de la vía.
Ante este hecho, la Guardia Civil procedió a darle el alto en la misma autovía, sin esperar a localizar un área de servicio. Una vez parado y señalizado, los agentes procedieron a entrevistarse con el conductor, observando en ese momento evidentes signos de embriaguez en esta persona, por lo que los especialistas de Tráfico decidieron someterle a la prueba de detección alcohólica, arrojando una tasa de 1,34 mg/l de alcohol en aire espirado, siendo el máximo permitido para este tipo de vehículos de 0,15 mg/l.
Dada la incapacidad del conductor para conducir, se solicitó el apoyo de una segunda patrulla con la finalidad de poder retirar el vehículo hasta un área de servicio próxima, así como del Equipo de Atestados del Subsector de Tráfico de la Guardia Civil de Zaragoza para la instrucción de las correspondientes diligencias.
Por estos hechos, este varón de 35 años fue investigado como presunto autor de un delito contra la seguridad vial, pasando a disposición judicial tras la conclusión de las diligencias correspondientes.
La Guardia Civil recuerda que el consumo de alcohol es incompatible con la conducción de vehículos, máxime cuando éstos son de gran tonelaje.