El alcalde de Calatayud, José Manuel Aranda, ha anunciado que los trabajadores de la Residencia Municipal ‘San Íñigo’ se someterán a pruebas de antígenos cada dos semanas, con el fin de detectar con antelación un posible brote en el centro.
Así se ha decidido tras las recientes noticias de contagios en residencias de mayores en la comunidad autónoma, una situación que ha generado preocupación. «Debemos mantenernos en alerta y adelantarnos a casos de contagios que puedan poner en riesgo a la población más vulnerable. La protección de los mayores y en nuestro caso, de la residencia municipal, ha sido durante toda la pandemia nuestra principal preocupación y no escatimaremos en recursos para ello», ha recalcado el regidor.
Por otro lado, el alcalde se reunirá los próximos días con las familias de los usuarios del centro para recomendar una reducción de las visitas a sus familiares y extremas las precauciones cuando se realicen.
Aragón se encuentra inmersa en la sexta ola de la pandemia por la COVID-19, que ha generado un porcentaje relevante de casos de contagios en personas vacunadas con la pauta completa.
Desde el Ayuntamiento «se recomienda a la población en general no bajar la guardia a pesar de que hayan recibido las dos dosis de la vacuna, y se recuerda la necesidad de mantener las medidas de protección personal, con el mantenimiento de la distancia interpersonal y el uso de las mascarilla, así como limitar los contactos».