El pasado domingo, Calatayud acogía el Vía Crucis del Primer Domingo de Marzo partiendo desde la Parroquia de San Juan el Real y llegando al Santuario de la Virgen de la Peña. Esta antiquísima procesión esta considerada como la primera de la Semana Santa en España y se celebra como antaño, utilizando 14 estandartes con las escenas que representan las estaciones en que se compone el Vía Crucis. Los precede una imagen de Cristo crucificado custodiado por dos faroles.
Estos elementos son portados por miembros de las 13 hermandades y cofradías de penitencia de la ciudad, que vestidos con sus respectivos hábitos, túnicas y capirotes o terceroles dan anonimato a esta práctica penitencial. Es esta característica la que le confiere un cariz especial dando con ello aspecto e imagen de la celebración de las practicas de Semana Santa, adelantándose con mucho, en el calendario, a la celebración de esta.
El Vía Crucis comenzaba en silencio
Esta procesión comenzaba de una manera especial: el piquete de honor de la Junta Mayor de Semana Santa compuesto por miembros de las diferentes bandas de las hermandades bilbilitanas, partían en silencio hasta la primera estación. Una reivindicación y protesta decidida de manera unánime por todas las hermandades con motivo de las múltiples quejas que durante el año han recibido los ensayos de las bandas.
Historia de esta procesión
Esta curiosa procesión, el Vía Crucis del Primer Domingo de Marzo, es la manifestación popular de fe más antigua de la ciudad de Calatayud.
Se ha mantenido a través del tiempo desde que se estableció en Calatayud la primera comunidad de frailes franciscanos sobre el año 1230 y fundaron en esa época el convento de San Francisco de Asís. La misión de los frailes menores de San Francisco es propagar la fe desde su carisma de fraternidad y pobreza a imagen de nuestro Señor. Y para ello toman la Pasión de Cristo, su Muerte y Resurrección como base fundamental.
“La prácticas cuaresmales como antecedente del Triduo Pascual, se organizan en torno de la preparación de nuestro espíritu y nuestro cuerpo para la celebración del Misterio Pascual y uno de los medios para ello, entre otros, es la celebración de un Vía Crucis que desde la iglesia del Convento de San Francisco, ascendía hasta un monte escarpado que recibía el nombre de Calvario a semejanza del monte Gólgota o de la Calavera que se encontraba cerca de la muralla de Jerusalén”, asegura Francisco Lorenzo, secretario de la Junta Mayor de Semana Santa de Calatayud. El Calvario bilbilitano, actualmente es conocido como «los Pinos de Ostáriz».
Esta práctica se celebraba en origen el primer viernes de marzo, mantuvo su recorrido hasta la primera década de 1920, en la cual se modificó, realizándose de San Francisco al Santuario de la Virgen de la Peña, por ser este también un enclave elevado. Y así fue celebrándose hasta el año 1940, a causa de la desaparición del convento de san Francisco de Asís. A partir de este fecha el recorrido sufrió un nuevo cambio, realizándose esta procesión desde la iglesia de san Juan el real hasta el Santuario de nuestra Señora de la Peña, recorrido que actualmente se conserva.
