
El Espacio Medieval Pedro IV de la basílica de la Real Basílica Colegiata del Santo Sepulcro ha recibido a especialistas que participaban en una jornada de reflexión, diálogo y presentación de proyectos sobre la gestión del patrimonio religioso.
La iniciativa formaba parte del proyecto europeo RELIHE (Religious Heritage in Rural Areas), financiado por el programa Interreg Europe, en el que la Diputación Provincial de Zaragoza participa como socia y representante del territorio zaragozano.
En la apertura institucional, el concejal de Patrimonio del Ayuntamiento de Calatayud, José Manuel Gimeno, quien es también Diputado Provincial, agradecía la celebración en Calatayud de esta jornada. “Es una buena elección”, porque es una ciudad bimilenaria y en la que dejado su huella cinco culturas, además de órdenes religiosas y militares.
Se refería a la inclusión esta semana en la Red de Juderías de España, y a la reapertura este viernes de la ermita de Consolación y sinagoga mayor en la que se van a llevar trabajos de investigación para conocer más sobre su construcción. La próxima consolación del Conjunto Fortificado Islámico, y la puesta en valor de los claustros el Santo Sepulcro son ejemplos de la apuesta por el pasado y patrimonio histórico y monumental que se lleva a cabo, poco a poco a medio y largo plazo, ante el importante y rico patrimonio de la capital bilbilitana. Así se hizo en 2009, 2010 y 2011 con los claustros sobre los que se celebraba este encuentro, en cuyas estructuras se estuvo trabando para su estabilización. Esa actuación permitió la apertura del Espacio Pedro IV hace quince días, gracias subrayaba Gimeno, a la colaboración y sintonía entre el prior, Javier Sanz, y la Diócesis de Tarazona.
El coordinador del Área de Cultura y Patrimonio de la Diputación de Zaragoza, Juan José Borque, el párroco de la basílica y la directora de Territorio Mudéjar, coincidían en que conocer la historia y ponerla en contexto en el territorio, además de dar uso al patrimonio que se va recuperando crea identidad y vertebra el territorio.
Entre las conclusiones de este foro se señalaba la necesidad de combinar la investigación avanzada con la participación local para afrontar los desafíos que plantean los edificios religiosos en el medio rural: su mantenimiento, su sostenibilidad, sus posibilidades de uso cultural y su papel como espacios identitarios.








