La localidad de Carranza, en Vizcaya, acogía el pasado fin de semana una se las pruebas más icónicas del calendario nacional de ciclocross: el internacional de Karrantza en el que participaba la bilbilitana Ana López.
El mejor resultado de la mañana llegó precisamente a cargo, una vez más, de ella. Tras dos buenas apariciones en Copa de España (6ª en Gijón y 4ª en Les Franqueses), afrontaba la prueba vizcaína con incertidumbre: “Al ser la primera carrera con barro de la temporada no sabía muy bien cómo iba a ir, así que lo que buscaba era adaptarme lo mejor posible al terreno”. A eso, se sumaba una participación distinta a la habitual, “no conocíamos a las rivales francesas en carrera y no sabíamos cómo iban a responder en un circuito con tanto barro”, señalaba la ciclista de Huesca La Magia Vulco Autogoya.
Pronto se disiparon todas las dudas y conjeturas previas a la carra. López puso la directa y solo un percance en la segunda vuelta cuando lideraba la prueba puso en peligro sus opciones de victoria corriendo una vuelta entera sin zapatilla. “Mi mayor preocupación era haber gastado de más en esa segunda vuelta y no tener las suficientes fuerzas para aguantar los ataques de la última vuelta”, explicaba tras la carrera. No solo fue capaz de resistir los envites de sus rivales, sino que logró rematar una última vuelta impecable para aventajar en 29” a sus perseguidoras y alzar los brazos en su primera temporada en la categoría. Con tres pruebas coperas por delante, se antoja complicada la lucha por la victoria en una general en la que ya es sexta, con la mitad de puntos que la líder, Patiño (XSM-Santome de Piñeiro), pero es consciente de que sus objetivos pasan por “seguir mejorando y disfrutando, a la vez que intentar conseguir la mayor cantidad de puntos UCI posibles”.