Mañana 8 de junio, cuando se conmemora el Día Internacional de los Archivos, el de Calatayud recibe en depósito más de 2.800 referencias de Vicente de la Fuente y Condón. La cesión se hará en un acto que tendrá lugar en el Salón de Plenos de la Casa Consistorial de la plaza de España, donde está la Galería de Bilbilitanos Ilustres, en la que tiene su sitio este erudito de reconocido prestigio.
Carlos de la Fuente, recibía este legado de sus antepasados y decidía depositarlo en el Archivo Municipal de Calatayud para que pueda guardarse y no se pierda con el paso de los años. Por la formación de este bilbilitano en bibliotecas, documentación y archivos, está convencido de la función de estos espacios como salvaguarda del patrimonio documental y fuente de conocimiento.
Mercedes Muñoz, concejal delegada del Archivo Municipal, daba las gracias por esta decisión que viene a engrandecer y a dar más valor al depósito municipal, y señalaba que la decisión de Carlos de la Fuente puede servir de ejemplo para otros particulares, familias y entidades que guardan en sus viviendas legados que tienen un mayor riesgo de perderse.
Referencias ordenadas y clasificadas
Las referencias que mañana se depositan han sido ordenadas y catalogadas durante años por Francisco Zaragoza, quien fuera archivero de la Diputación Provincial de Zaragoza. Su “ingente, riguroso y entusiasta trabajo” ha sido reconocido por Carlos de la Fuente, que le confió la clasificación de todo tipo de escritos de quien era hermano de su tatarabuelo.
Vicente de la Fuente quiso en sus últimas voluntades que este amplio archivo pasase a su hermano Carlos, comerciante en Calatayud. Cuando este falleció ese legado pasó de padres a hijos. Así es como llegó a quien ahora lo cede a la ciudad para asegurar la permanencia de estos documentos con gran valor histórico.
Vicente de la Fuente nació en Calatayud en 1.817, en una familia de comerciantes, y puede ser considerado el bilbilitano más relevante del siglo XIX. Persona inquieta, curiosa, y estudiosa, contó con una amplía formación educativa. Fue doctor en derecho cánones y leyes, catedrático, rector, y asumió diferentes responsabilidades en varias universidades.
Alcanzó gran prestigio en los círculos culturales y académicos de la época, y fue miembro de dos Reales Academias, de la Historia y de Ciencias Morales y Políticas. Llegó a relacionarse con personajes de toda índole que, a la larga, alcanzarían gran importancia histórica en disciplinas y campos como la política, el arte, la música etc. del siglo XIX español.
La obra escrita de este bilbilitano fallecido el 25 de diciembre de 1.889 en Madrid es extensa, y una parte importante de la misma podrá consultarse a partir de ahora en el Archivo Municipal de Calatayud, que se encuentra en la Casa Consistorial de la plaza Joaquín Costa. Sus restos reposan en la Colegiata de Santa María la Mayor.