
La Iglesia de San Gil del barrio pedáneo de Huérmeda, en Calatayud, se ha sometido a unas obras en el tejado para solucionar el problema de las humedades que afectan al interior del templo.
La Diócesis de Tarazona ha destinado a esta intervención 7.500 euros a través del sacerdote Florián Cuenca, natural de este barrio y que intercedió para que estos trabajos se pudiesen llevar a cabo cuanto antes.
Se ha retirado la vegetación que había crecido, se ha retejado y se han reparado las goteras que existían y que hacían que el agua se filtrase a los gruesos muros.
El alcalde pedáneo, Antonio Cuenca, junto con el alcalde de Calatayud, José Manuel Aranda, el concejal de Urbanismo, Patrimonio y Vivienda, José Manuel Gimeno, y el párroco, señalaban ayer la importancia de continuar con otras actuaciones como la instalación de canales que mejoren la evacuación del agua.