Se espera que Long March 5B (un cohete chino de 21 toneladas y que se encuentra fuera de control) impacte el próximo sábado 8 de mayo en la Tierra. Podría hacerlo en una zona habitada aunque la probabilidad es «casi nula» según dicen los expertos.
En estos momentos, el Pentágono está realizando un rastreo del artefacto para intentar, en la medida de lo posible, informar de manera anticipada donde caerán sus restos cuando pise atmósfera terrestre: en estos momentos se encuentra orbitando a la altura de Nueva York, Madrid o Pekín.
Se trata de un dispositivo que China lanzó al espacio el pasado 29 de abril para transportar componentes de su propia estación internacional. Se están publicando actualizaciones diarias sobre su ubicación en Space Track y el gobierno estadounidense proporcionará información adicional ‘a medida que esté disponible’.
El gran tamaño del artefacto está generando cierta preocupación, ya que algunas de sus piezas podrían no desintegrarse al entrar en la atmósfera y provocar daños si caen en zonas habitadas.
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