El Barranco de Cortasogas acoge durante estos días la segunda fase de trabajos para encontrar los restos de, al menos, cuatro personas que fueron fusiladas en agosto de 1.936. Unos trabajos que cuentan con la colaboración de la Asociación por la Recuperación e Investigación contra el Olvido y del PSOE de Calatayud.
Según hemos podido conocer, se pretende encontrar al menos dos fosas comunes que se sabe que existen en esa zona. Así lo hizo saber Nacho Moreno en su libro “La Ciudad Silenciada” y así lo cuenta la tradición oral.
Son cuatro personas, las que se buscan, que “se sabe que están allí”, según indica Julia Olivas, portavoz del PSOE de Calatayud en estos trabajos. El 11 de agosto de 1936 fusilaron a tres hombres: el médico Eradio López Tapero, el abogado Germán Baquedano, y el sacerdote de Santa Cruz de Grío Serafín Gracia. Además, se busca a un joven de 29 años que sería fusilado cuatro días después: Eugenio Castillo Ibarra. Éste último regentaba una casa de comidas frente al Mesón de la Dolores, en Calatayud.
Las familias de estas cuatro personas solicitaron a ARICO que se hiciera cargo de los trabajos de localización y exhumación de los restos y así lo están haciendo con el apoyo del PSOE de Calatayud.
Así se están llevando a cabo los trabajos
El pasado año se llevaron a cabo dos actuaciones: la primera fue pasar un georadar por las parcelas para detectar irregularidades en el terreno. Se detectaron siete puntos en los que, entre otras cosas, podrían encontrarse restos óseos.
Ahora, se está trabajando con una excavadora que va realizando catas en el suelo para “ver que se encuentra”, según afirma Julia Olivas. El pasado año cuando se desarrolló la primera fase, no se encontró nada.
“Las familias están muy esperanzadas porque después de ochenta años se está buscando a sus familiares”, indica Olivas. “Quieren recuperarlos y que les devuelvan sus restos para enterrarlos dignamente donde cada uno quiera”, añade la portavoz socialista.