
Un día como hoy, un 24 de febrero de 2003, hace 19 años, la Alta Velocidad hizo su primera parada en Calatayud. El tren, que supondría un revulsivo económico para la ciudad, conectó Madrid y Calatayud en 55 minutos. Fue el primer viaje en pruebas, al que le siguió la inauguración oficial de los Reyes (Don Juan Carlos y Doña Sofía) el 10 de octubre de 2003.
Aquel día Calatayud hizo historia. Aragón siempre ha sido un importante enclave de comunicaciones por su situación geoestratégica, pero la capital bilbilitana dio el primer paso para recuperar su papel clave dentro del mapa nacional y autonómico de las infraestructuras ferroviarias.
El AVE cambió la forma de viajar, e incluso de vivir de los bilbilitanos. Llegar en cuestión de minutos o pocas horas a zonas que antes suponían una mayor logística de viaje ha ofrecido nuevas oportunidades para los ciudadanos. Por un lado, para los trayectos lúdicos, turísticos y vacacionales, y por otro, en el plano profesional ha permitido a los residentes en Calatayud desplazarse a diario a otras ciudades por cuestiones de trabajo.
Es difícil imaginar un sector industrial como el actual si un 24 de febrero de hace 15 años, el AVE no hubiese hecho esa primera parada en Calatayud.


Hay una persona que permitió que Calatayud rompiera distancias con las principales ciudades españolas, el alcalde Fernando Martín. Regidor de la ciudad durante doce años (tres legislaturas seguidas), que el AVE parara en Calatayud fue, desde 1996, un reto personal. Y lo logró, cuando con el apoyo de Santiago Lanzuela, en el Gobierno de Aragón, el trazado se modificó para incluir a Calatayud.
19 años después es preciso recordar la altura política y la visión estratégica que Fernando Martín demostró al implicarse en este proyecto. Hoy sería difícil entender el actual Calatayud sin su parada de AVE.
Sería complicado alcanzar las cifras actuales de turistas que cada año visitan nuestra localidad o atraer a nuevas empresas que quieran invertir en nuestras zonas industriales. Muchas entidades profesionales eligen Calatayud para desarrollar importantes reuniones, convenciones y congresos, y lo mismo sucede con campeonatos deportivos a nivel nacional. Es innegable que buena parte de los eventos que la ciudad recibe cada año llegan gracias a sus excelentes comunicaciones.
