El Ayuntamiento de Calatayud ha suspendido las visitas a los residentes en la Residencia Municipal San Íñigo, salvo casos debidamente motivados que deberán ser autorizados por la dirección del centro. También quedan suspendidas las salidas de residentes válidos de la residencia.
Estas medidas han sido marcadas por el alcalde de Calatayud, la concejal de Acción Social y Ciudadanía, tras una reunión con la directora del centro, con el fin de prevenir y evitar al máximo el riesgo de contacto de los usuarios, personas de riesgo ante la enfermedad.
La Residencia Municipal San Íñigo fue una de las primeras en la comunidad autónoma de cerrar sus puertas en el mes de marzo. Durante estos meses de pandemia ningún residente ha dado positivo en la enfermedad, “nuestro compromiso y prioridad es garantizar la seguridad de estas personas y tomaremos todas las medidas que sean precisas. Somos conscientes de que es muy duro para los familiares y para los propios usuarios este protocolo pero creemos que es necesario en la situación de nuevos brotes y contagios que se está produciendo en nuestra comunidad”, ha indicado el alcalde, José Manuel Aranda.