SILVIS se constituyó en Zaragoza en el año 2009 cuando uno pequeño grupo de empresas dedicadas al sector decidieron fundarla con el objetivo de poner en común las preocupaciones y dificultades a las que hacían frente y entre las que destacaban principalmente dos: la ausencia de una regulación laboral y fiscal propia, y por otro, el desconocimiento por parte de las administraciones de las particularidades de su sector.
Un sector que va más allá del mundo del espectáculo, pues las empresas integrantes de SILVIS son responsables de proporcionar servicios técnicos y material así cómo personal cualificado a importantes sectores económicos como son la cultura, el evento empresarial y el mundo de la comunicación y el turismo. Una actividad con importante peso económico, pues supone nada menos que el 4% del PIB y se calcula que da trabajo a unas 100.000 personas en todo el país.
A día de hoy y como consecuencia de la crisis del COVID-19, los problemas a los que en SILVIS venían haciendo frente desde hace más de diez años, se han agravado dramáticamente.
Motivo por el cual, la asociación ha decidido reorganizarse con el objeto de convertirse en un interlocutor autorizado ante las diferentes administraciones capaz de sentarse a dialogar para encontrar una solución conjunta que ponga fin a los problemas que venimos sufriendo históricamente y que, a día de hoy, continúan sin estar resueltos.
Nos referimos, concretamente, “a la negociación de un Convenio Colectivo propio, y una legislación laboral que contemple las variables específicas de nuestro sector, así como a la creación de un Epígrafe del Impuesto de actividades económicas o CNAE (Clasificación Nacional de Actividades económicas) específicos y adaptados a nuestra actividad profesional. Dos puntos importantes y a los que añadimos otro propio de la situación que estamos viviendo como es el cambio en los criterios de aplicación de los ERTES”, comentan mediante una nota de prensa.
Su actividad está paralizada debido a la restricción de aforos en los eventos congresuales, deportivos, corporativos y culturales. Con esos aforos, cuya idoneidad no cuestionan puesto que lo primero es la salud, dicho sector está paralizado y solicitan un plan específico como están haciendo otras asociaciones y/o federaciones empresariales a lo largo del país y de un plan concreto para el sector de eventos. Respecto a las restricciones de aforo y otras medidas de protección, quizás sea el momento de combinar las medidas obligatorias con una apelación más decidida a la responsabilidad personal en el marco de una sociedad madura. Esa sería una vía con enorme potencial para superar la actual situación de estancamiento en el tratamiento social de la pandemia.
Cabe destacar que esta nueva etapa que hoy SILVIS comienza, pasa por la reciente incorporación de un buen número de empresas aragonesas del sector siendo actualmente hasta 20 empresas las que conforman la asociación y que se han unido a la asociación dispuestas a trabajar por el interés común de todos. Algo que sin duda nos da fuerzas y esperanza en esta nueva andadura.
Además, cuentan también con la colaboración de ASTAVEA, la Asociación de Técnicos Audiovisuales de Aragón, que aglutina tanto a trabajadores por cuenta ajena como a los que realizan su actividad en calidad de autónomos, y que como SILVIS, se enfrentan a la misma situación de desamparo ante la falta de regulación de nuestra actividad profesional.
Por último, cabe destacar que esta nueva etapa de SILVIS, pasa por su incorporación a la Federación Nacional de Asociaciones empresariales del sector, FEAVI, con el objeto de tener más peso en la defensa de sus intereses ante la Administración.