
Calatayud se presenta como un destino imprescindible para quienes buscan una experiencia profunda en la historia y el arte durante este Puente de la Inmaculada. La ciudad invita a descubrir su verdadera esencia, una que solo se revela a quienes exploran sin prisa sus rincones.
El Puente de la Inmaculada es el momento ideal para dejarse envolver por la historia de Calatayud. La ciudad acoge al visitante con su patrimonio monumental, donde destacan lugares emblemáticos como la Colegiata de Santa María la Mayor, que se alza con su imponente presencia mudéjar, guardando siglos de historias jamás contadas.
La ruta continúa en la Basílica del Santo Sepulcro, uno de los escasos templos con esta advocación en España, donde cada rincón parece susurrar leyendas de peregrinos, caballeros y devoción. Para sumergirse de lleno en el medievo, el Espacio Medieval Pedro IV ofrece un viaje sensorial que permite que las voces del pasado resuenen en sus salas.
Pero el recorrido por la historia y el arte no termina ahí. Muy cerca, la parroquia de San Juan el Realcustodia sorprendentes pinturas de Goya, añadiendo un tesoro artístico que completa una ruta perfecta entre arte, historia y emoción.
Calatayud, con su belleza, patrimonio y el halo de enigma que invita a descubrir más, aguarda a los visitantes.








