
Desde este pasado lunes se llevan a cabo diferentes trabajos de inspección en el edificio de viviendas de la Rúa de Dato en el que se hundían unos quince metros de cubierta desprendiéndose al patio interior el pasado sábado. No hubo daños personales ni desprendimientos a la vía pública. Se advirtió de lo ocurrido por el ruido escuchado por los vecinos, que llamaron a los servicios de emergencias.
La propiedad de este inmueble – que no está habitado-, ha estado revisando en estos días toda la cubierta, estructuras, forjados y otras zonas como el alero, para comprobar su estado y determinar las obras urgentes necesarias. De manera que junto a esta intervención se están reforzando o retirando algunos elementos de la edificación siniestrada.
Para este inmueble, su propietario pidió y cuenta con licencia de obras por valor de 500.000 euros aprobada por el Ayuntamiento de Calatayud, tal y como han informado desde el consistorio a través de un comunicado. Es además uno de los edificios clasificados en el Área de Regeneración y Renovación Urbana del Casco Antiguo bilbilitano, por lo que contará con una ayuda de 104.281 euros.
El lunes a primera hora de la mañana, el alcalde José Manuel Aranda, y el concejal de Urbanismo, Patrimonio y Vivienda, José Manuel Gimeno, mantenían una reunión con la propiedad y los servicios técnicos municipales realizaban una nueva inspección.
Una vez concluidas la actuaciones, algunas de las cuales se realizan con maquinaría pesada, se volverá a abrir al tráfico y a los peatones la Rúa de Dato, cortada desde el sábado a primera hora de la tarde en ese tramo. El acceso a los barrios altos de la ciudad se hace mientras tanto utilizando como vía alternativa la calle Baltasar Gracián, habilitada por la Policía Local para ello.