El Ayuntamiento de Calatayud ha aprobado la licencia de obras solicitada por Ataraxial para comunicar los túneles de la Peña de la Mora en el paraje de Campiel. Acondicionará estas infraestructuras como explotación agrícola dedicada a la producción de flores comestibles, vegetales, hortalizas y otros cereales con sistemas hidropónicos. Por esta técnica las raíces se desarrollan sobre nutrientes y no en el suelo.
Según el proyecto técnico presentado, los trabajos autorizados tienen un presupuesto de 1.519.150 euros, y en su ejecución se tendrán que observar una serie de medidas establecidas por el INAGA (Instituto Aragonés de Gestión Ambiental). Este organismo decidía no someter a evaluación de impacto ambiental el proyecto porque está inevitablemente adscrito al uso de las antiguas galerías subterráneas del complejo de los polvorines. La empresa deberá abonar una cuantía de 105.110 euros al ayuntamiento bilbilitano en concepto de tributos municipales.
Periodo de ejecución
La actuación no tendrá afecciones negativas. Se va a llevar a cabo fuera del periodo de nidificación del águila perdicera, especie a proteger en esa zona ZEPA de los Desfiladeros del Río Jalón, en las zonas agrícolas y en las infraestructuras ya existentes.
Con la licencia de obras ahora aprobada los trabajos ya pueden iniciarse para estar terminados antes del 1 de febrero de 2025. Consistirán en la interconexión de los túneles de un antiguo polvorín del ejército compuesto por seis fincas registrales.
Es una superficie irregular con una zona principal alargada de unos 670 metros de longitud y entre 200 y 350 metros, y una franja de 600 metros de longitud y anchura de entre 10 y 30 metros. En la zona principal hay construidos cinco túneles de entre 60 y 120 metros.
La comunicación de estas zonas se logrará realizando excavaciones de galerías en la roca. Se cerrarán paredes, se adecuarán muelles de carga y descarga, y se rehabilitará un edificio salvaguardando su adaptación al paisaje y respetando la singularidad.
Para la puesta en explotación de estos cultivos se dotarán de servicios como sistemas de riego y de gestión de agua potable, de residuales, además de suministro eléctrico conectado a la red ya existente, y de telecomunicaciones.
