La pasada semana, la Parroquia de San Juan el Real volvía a estar de fiesta. En esta ocasión, porque su párroco, D. Justo José Sánchez, cumplía sus ocho años desde que fuera ordenado Sacerdote.
ENTREVISTA A D. JUSTO JOSÉ SÁNCHEZ
PREGUNTA: ¿Cómo llegas a la Iglesia?
RESPUESTA: En 1997, después de terminar la licenciatura en Filología Clásica, ingresé en el Seminario Diocesano de Cartagena. Después de 6 años, el día 12 de julio de 2003, recibí la ordenación sacerdotal de manos del entonces obispo de Cartagena, D. Manuel Ureña, en mi pueblo natal de Águilas. Tras la ordenación, fui enviado como vicario parroquial a la Parroquia de San Mateo de Lorca, donde estuve tan solo un año. Después, fui párroco durante dos años de las parroquias de San José y San Pedro de la misma ciudad de Lorca. Luego, durante 9 años, fui párroco de las Parroquias de San José de Puerto de Mazarrón y Ntra. Sra. del Carmen de Isla Plana. Llegados así a septiembre de 2015, me traslado hasta esta Diócesis de Tarazona.
P: ¿Cómo y por qué llegas a la Diócesis de Tarazona y en concreto a Calatayud?
R: Si me preguntas cómo y por qué, casi que no podría responder. Fue como lanzarse a una aventura, en un lugar totalmente distinto al nuestro, pero llenos de ilusión por seguir trabajando y conociendo realidades diferentes, pero que forman parte de una misma Iglesia.
P: ¿Cuál es tu andadura en la Diócesis de Tarazona?
R: Una vez aquí en esta Diócesis, estuve 3 años de párroco en Aniñón y Cervera de la Cañada, después de los cuales fui incorporado a la naciente Unidad Pastoral de Calatayud como párroco responsable de San Juan el Real. Después de todo este recorrido, 18 años de trabajo y en diversas y, en algunos casos, tan diferentes parroquias, lo que puedo decir es que pueden cambiar rostros, horarios y costumbres, pero la ilusión y la alegría son siempre las mismas, allí y aquí, entonces y ahora, frutos del servicio a Jesucristo en los hermanos.
P: ¿Qué les dirías hoy a los feligreses?
R: Simplemente lo q dije el primer día: “Aquí estoy”.
P: ¿Un consejo para los jóvenes?
R: Que no tengan miedo a dejarse alcanzar por Jesucristo, merece la pena, no nos quita nada, lo da todo. Cuando le damos la pequeñez de nuestra vida, él vuelve sobre nosotros la inconmensurable grandeza de la suya.
