Los trabajos de limpieza y restauración en la portada la Iglesia de San Pedro de los Francos de Calatayud han llegado a su fin dando mayor vistosidad y relevancia a esta entrada al templo por la calle Bodeguilla.
El proyecto de restauración dirigido por el arquitecto Javier Ibargüen y ejecutado por el restaurador Clemente Nicolás, de la empresa Alfagia Conservación de Bienes Culturales, ha consolidado la piedra sillar y los ladrillos reponiendo materiales que se habían perdido.
Se ha eliminado el cableado que cruzaba la fachada y la afeaba y se ha limpiado toda esa parte. Una parte muy gratificante en esta restauración llegó con la limpieza de la talla del santo titular. La suciedad cubría esta pieza que resultó estar policromada.
Merecía la pena su limpieza y restauración adicional y extraordinaria para devolverle su aspecto original y sacar a la luz la decoración con pan de oro, la policromía de algunas zonas y el alabastro sobre el que se talló, detalles todos ellos que pasaban desapercibidos. De esta labor se ha hecho cargo la restauradora Isabel Bengoa.
Esa imagen volvía a su hornacina inicial en la zona superior dotando este espacio de mayor protección, resaltando su existencia con iluminación que anteriormente no existía, y dando más protagonismo a esta parte trasera del edificio de San Pedro de los Francos en una pequeña calle muy transitada.
“Paralelamente a esta intervención se han estudiado los materiales, la estructura y evolución de la portada para investigar sobre cómo debió de ser en origen, y cuándo y por qué se fue transformando hasta quedar como la conocemos hoy”, explicaba José Manuel Gimeno, concejal delegado del Departamento de Urbanismo, Patrimonio y Vivienda.