El Ayuntamiento de Calatayud ha recibido esta semana la visita de ‘Háblame de Sefarad’, una organización con la que estudia potenciar actuaciones para mejorar el conocimiento de la judería bilbilitana. Además se ha recibido una nueva donación de libros especializados de Isabel Millán y se ha firmado la adquisición de la Casa del Rabino, que ya forma parte del patrimonio municipal. Estas acciones se suman a una serie de intervenciones urbanísticas que están llevándose a cabo en la Judería y un estudio del espacio urbano e histórico que encargó en primavera el Ayuntamiento.
«Estamos trabajando en distintas líneas que nos permitan potenciar la Judería de Calatayud, que fue la segunda más grande de la Corona de Aragón y cuyos restos arqueológicos la convierten en una de las más importantes de nuestro país», destaca José Hueso, teniente alcalde en el Consistorio bilbilitano.
Dos expertos de la entidad ‘Háblame de Sefarad’ conocieron in situ el recinto de la Judería este pasado martes. Tras su reunión con los responsables municipales, estos especialistas en el sector plantearon la elaboración de un programa basado en tres pilares: turístico, cultural y formativo. Estas áreas guiarán y establecerán las inversiones para la puesta en valor del patrimonio judío bilbilitano.
Adquisición de la Casa del Rabino
Esta mañana se ha firmado la adquisición de un inmueble conocido como la Casa del Rabino. Se trata de un edificio, que forma parte de la historia de Calatayud y especialmente de la Judería. Se encuentra en la calle Consolación Bajo, número 34. La finca adquirida por 16.000 euros es un solar de 294 metros con una vivienda de 169 metros cuadrados. En este espacio se plantea una intervención que permita la acogida de actividades relacionadas con la divulgación y el estudio de la Judería.
Donación de libros por Isabel Millán
La pionera en el estudio y la difusión de la cultura judía de Calatayud, Isabel Millán Muñoz, ha realizado una nueva donación de libros de temática hebrea y sefardí al Ayuntamiento. Esta donación se suma a la colección que ya le entregó al Ayuntamiento en marzo de 2020 y destaca por la existencia de obras relevantes que ya no se editan debido a su antigüedad. Los textos donados serán custodiados por el Archivo Municipal, donde se incentivará su estudio por especialistas.