Agentes de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil de Aragón, han detectado durante las últimas dos semanas irregularidades en el uso de los tacógrafos de dos vehículos articulados, por las que fue detenida una persona e investigadas otras dos, por supuesto delito de falsedad documental.
El primero de ellos ocurrió en el término municipal de Fuentes de Ebro, cuando especialistas del Grupo Operativo del Sector de Tráfico de la Guardia Civil de Aragón, por medio del nuevo sistema DSRC (Dedicated Short Range Communications), detectaron indicios y sospechas de la circulación, de manera irregular, de un vehículo articulado de nacionalidad rumana. Por tal motivo se procedió a identificar dicho camión y su conductor, así como a la inspección del tacógrafo, pudiendo comprobar que la tarjeta que se hallaba inserta en el tacógrafo pertenecía a otra persona (su jefe), lo que originaba un registro ficticio.
En el análisis exhaustivo de los registros de dicho dispositivo se comprobó que esta persona realizaba jornadas de conducción que excedían de forma muy grave los límites permitidos. Por tal motivo, agentes del Grupo de Investigación y Análisis de Tráfico de la Guardia Civil de Aragón, detuvieron al conductor por un supuesto delito continuado de falsedad documental.
El sistema DSRC, es un nuevo dispositivo dotado por el Ministerio de Transportes a la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil, a finales del pasado año, y permite mejorar el control de los tacógrafos inteligentes al supervisar a distancia el registro de los mismos. Esto contribuye a mejorar la seguridad vial en carretera, creando un entorno de movilidad más seguro para todos los usuarios, dado que estos comportamientos suponen que el conductor realiza periodos extensos de conducción, no registrados como tales por el tacógrafo, provocando cansancio y fatiga extrema que pueden conllevar a un siniestro vial.
La investigación de las otras dos personas se produjo en el término municipal de Calatayud, cuando efectivos del Destacamento de Tráfico de dicha población, asistieron a un siniestro vial en el que estaba implicado un turismo y un vehículo articulado. Una vez atendido el accidente y la identificación de los conductores, se comprobó que en el tacógrafo del camión se estaba utilizando una tarjeta que no pertenecía al conductor de dicho vehículo, sino a otra persona, lo que generaba que se alteraran los registros que efectúa el tacógrafo.
Por todo ello, los especialistas del GIAT procedieron a investigar al conductor de dicho vehículo articulado por un supuesto delito de falsedad documental, así como a la persona que cedió su tarjeta, como cooperador necesario en dicho delito.
En ambos casos, además del procedimiento penal, se han instruido diversas infracciones administrativas dirigidas a las empresas transportistas, cuyas cuantías oscilan entre los 2.001€ a 4.001€.
Desde la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil de Aragón se incide que alterar los registros de los tacógrafos, supone una falsedad documental que, no solo lesiona los derechos como trabajadores, sino que conlleva un grave riesgo para la seguridad vial.
