
La Basílica del Santo Sepulcro de Calatayud está trabajando en el acondicionamiento de una de las plantas superiores del claustro gótico-mudéjar para ponerla en uso como sala con fines museísticos y culturales.
Esta zona se consolidó y se cerró en varias fases diferentes a lo largo de los años 2009 y siguientes y con inversiones en su mayoría públicas y alguna privada. En estas intervenciones se siguió un plan director con la aspiración de convertir esta construcción en un museo que explicase el origen y devenir de este lugar, que fue y es la casa madre de la Orden del Santo Sepulcro en España y muy ligado al origen de la ciudad de Calatayud.
Javier Sanz, párroco-prior de este templo, y persona con una gran sensibilidad por preservar y divulgar las piezas y rincones que componen esta basílica y su conjunto histórico-artístico, ha impulsado la puesta en valor de estas salas que, con más de 190 metros, ofrecen diferentes posibilidades tanto a la iglesia como al municipio.
Llegaron a invertirse más de 810.000 euros en las estructuras de esta parte del edificio que son los claustros góticos del siglo XIV y del siglo XVIII. Además de consolidar y restaurar como ruina musealizada los propios claustros, en su planta superior se cerraron sus grandes ventanales para protegerlos y evitar la entrada de aves. Ahora se van a instalar los servicios y equipamientos. Se va recuperar, en definitiva, para posibilitar su apertura y su puesta en servicio.
El deseo de abrir este espacio es compartido por la basílica, por la Diócesis de Tarazona, y por el Ayuntamiento de Calatayud, de ahí la coordinación que existe con la concejalía de Urbanismo, Patrimonio y Vivienda, para que pueda hacerse realidad ese anhelo de que la Orden de Caballería del Santo Sepulcro y su Real Basílica-Colegiata tenga aquí un sitio que cuente todo lo que se ha documentado a lo largo de los años por parte de historiadores como Javier Ibáñez, arquitectos como Fernando Alegre y arqueólogos como José Luis Cebolla.








