
José Manuel Aranda, el Alcalde de Calatayud, ha continuado con la ronda de encuentros que está manteniendo con distintos protagonistas de las fiestas de San Roque.
La Cofradía como puntal imprescindible de esta celebración de la que ya hay referencias en 1523, trasladaba al regidor municipal que es fundamental hacer ver a quienes se incorporan a estas multitudinarias fiestas, cuál es su origen. Aranda está animando a potenciar en estos próximos días actos y momentos que conforman la historia de estos festejos, y que son la parte más antigua y también desconocida.
“Ese culto de los bilbilitanos al santo desde tiempos inmemoriables, el reparto del chocolate, el sorteo y cambio del preboste, o la romería al amanecer, son elementos que se valoran por ser diferentes cuando se evalúa qué eventos deben considerarse de Interés Nacional”, asegura el primer edil bilbilitano.
Isabel Muñoz, presidenta de la Cofradía, junto con el vicepresidente Daniel García y la vocal Belén Palacín, incidieron en que son cientos los pueblos de España que celebran fiestas por San Roque, por lo que hay que destacar la parte más tradicional de esta devoción en Calatayud. Los gozos al santo, la romería que en su origen fue procesión, y la misa en recuerdo de los cofrades fallecidos conforman la “cultura del “Sanroque” bilbilitano que quieren trasmitir para que perdure.
Por ello animan a dar mayor visibilidad al santo por ejemplo cuando entra en la plaza en la tarde del chupinazo y la alegría se desata en su honor.
En la actualidad son 1.157 los miembros de la cofradía que tiene especial protagonismo en la madrugada del 16 de agosto. Repartirán el chocolate de 11 ollas para unas 2.000 personas con los populares bizcochos de suela. Esa mañana después de recorrer las residencias con San Roque acudirán a Villa Sofía. Es la vivienda de un cofrade que quiso dar continuidad a una tradición familiar. La de recibir con almuerzo al santo y a quienes los cuidan todo el año bailándolo en estos días de agosto en los que Calatayud crece.
