
La Asociación Cultural Santa Bárbara de Bílbilis ha vuelto a reunir a vecinos, devotos y a personas vinculadas a la artillería y la minería en su ermita. En la antigua carretera que une Calatayud con Soria se empezó a construir en abril del 2008 este edificio en honor a santa Bárbara. Con su voluntad, su trabajo y sus recursos se levantó la actual ermita sobre las ruinas de la que había existido. Constituidos como asociación lograron que aquel 4 de diciembre se celebrase allí la fiesta que ha se mantenido a lo largo de los años.
En procesión, con salida desde la iglesia de San Andrés, y con la imagen de quien también protege frente a las tormentas, se ha llegado hasta la ermita donde se ha celebrado la misa después de endulzar la mañana fresca con pastas y moscatel. Al terminar, los asociados y quienes se han querido acercar han compartido el vermú antes del reparto del caldero con judías.
Tal y como se ha explica en un documento que se ha entregado al acabar la eucaristía y que resume información recogida por Luis Varga, que fue miembro de los artilleros de la Academia de Logística, “santa Bárbara tuvo una ermita en Bílbilis durante la dominación árabe en el cerro que lleva su nombre”.
Los cristianos que allí vivieron sobre lo que había sido la ciudad romana la veneraban. Con posterioridad se debió construir la ermita en la que es su ubicación actual de la que hay constancia documental en 1.861.
Los motivos que llevaron a su hundimiento y abandono no se concretan pero es una certeza que “con la llegada del Regimiento de Artillería Ligera número 12 al recién construido Acuartelamiento Barón de Warsage, la veneración creció y todos los años sus integrantes celebraban a la patrona”.
El cuadro de la santa y antiguo campanico se conservan en la ermita de la Purísima, mientras que la pila bautismal que debió de estar en la ermita de Bílbilis se conserva en la Iglesia de San Gil de Huérmeda.








