La veteranía y el coraje se han medido con éxito en el Campeonato Europeo de Jiu-Jitsu Brasileño, celebrado recientemente en Valencia. El Sensei Guillermo Raposo ha protagonizado un emotivo regreso a la competición después de más de quince años de inactividad, demostrando que la pasión por las artes marciales no entiende de tiempo.
Raposo, conocido por su labor de difusión marcial en Aragón y Guadalajara, se enfrentó a un intenso desafío. A pesar de contar con escasas horas de descanso y una gran carga emocional por el regreso, el sensei se batió en duelo en una primera lucha de alto nivel contra un vigente campeón. Su tenacidad dio sus frutos: el Sensei Raposo se alzó con el tercer lugar en su categoría, conquistando una medalla de bronce que se ha convertido en un potente símbolo de esfuerzo y superación.
«El tiempo pasa, pero el espíritu del samurái nunca muere», expresó el sensei tras su logro, dedicando la medalla a sus alumnos y lanzando un mensaje inspirador: nunca es tarde para atreverse a luchar. Para Raposo, la verdadera victoria residía en el simple hecho de volver a pisar el tatami.
Difundiendo el espíritu marcial en Aragón y Guadalajara
Lejos de los focos de la alta competición, el Sensei Guillermo Raposo lleva tres años expandiendo activamente su trabajo y sus valores en distintas localidades de Aragón y Guadalajara.
A través de su escuela Dojo Heian Raposo, imparte clases de Karate y Defensa Personal. Paralelamente, dirige Raposo Team, su equipo especializado en Artes Marciales Mixtas (MMA). Actualmente, ambas disciplinas tienen su base en el gimnasio The Cool Gym de Calatayud, donde el Sensei Raposo promueve un enfoque que trasciende el mero entrenamiento físico, centrándose en la formación en disciplina, respeto y superación personal. Su hazaña en el Europeo de Valencia es ahora el mejor ejemplo práctico de los valores que enseña día a día a sus estudiantes.
