Pedro Garrido empezó cuando todavía era un niño a bailar jotas. Ha sido la pasión en su vida, junto a su familia, a la que ha trasmitido esa afición. Su hija, Yolanda Garrido, comenta que el homenaje que ha preparado para este próximo domingo, es el regalo de Navidad a su padre por toda una vida dedicada al baile. Enseñando, actuando y promocionando esta seña de la identidad aragonesa, y a la que tanto ha aportado la ciudad de Calatayud.
Hace cincuenta años, cuando no existía ningún grupo folclórico en nuestra ciudad, Pedro Garrido planteó al entonces alcalde, José Galindo, la creación de uno. Empezó a dar clases, y al año siguiente ya contaba con las personas que formarían el Grupo de Jotas Virgen de la Peña. Ocho parejas de baile, cantadores y rondalla.
Llegaron después actuaciones por España, actuaciones en el programa Gente Joven de TVE, y viajes por diferentes lugares de Europa con el nombre de Calatayud como bandera. “Mi pretensión ha sido que viese el homenaje de su pueblo en vida porque creo que es como los reconocimientos tienen que hacerse y se disfrutan”, dice su hija, cantante de jota, que ha heredado la voz de su madre.
Dicho y hecho. Asegura Yolanda que eso ha sido lo más bonito, las facilidades que ha tenido. “He llamado a joteros de distintas generaciones y momentos de su vida para explicarles lo que quería hacer, y antes de contarles nada he tenido como respuesta, si es para tú padre cuenta conmigo”.
Así es como este domingo 15 de diciembre, cuando a las 11.30 se suba el telón, estarán en el escenario y en las butacas del Teatro Capitol alumnos, joteros de todo Aragón, amigos, y todas aquellas personas que quieran trasmitir a Pedro Garrido su cariño, y lo que han disfrutado con su baile, con su maestría, y con esa ilusión por la jota que a sus 84 años no ha perdido.
El espectáculo tiene mucho de sorpresa para el homenajeado, y hasta para quienes actúen, porque además de los grandes joteros bilbilitanos llegarán de otros rincones de Aragón y no ha podido haber ensayos.
Todos tienen en común su profesionalidad y su deseo de agradecer a su maestro, compañero y amigo, todo lo que ha aportado a la jota y a su ciudad.