Los equipos de intervención social y Protección Civil de la Comarca del Aranda han llevado a cabo una actividad educativa en el Colegio Benedicto XIII de Illueca, promovida por la profesora Nagore Gil Lázaro, y dirigida a los estudiantes de 5º y 6º de primaria. La iniciativa tuvo como objetivo concienciar a los jóvenes sobre las graves consecuencias de la DANA que afectó a la región de Valencia, y destacar la labor de los equipos que trabajan para paliar sus efectos.
Durante la actividad, los alumnos pudieron conocer de primera mano las implicaciones sociales y económicas de este fenómeno natural a través de testimonios y ejemplos reales. Joaquín Martín, técnico de juventud y educador social de la Comarca, compartió su experiencia como voluntario del Grupo de Intervención Social en Emergencias (GISE) del Colegio Profesional de Trabajadores Sociales de Aragón. Narró cómo recorrió las calles de Paiporta en los momentos más críticos de la emergencia, atendiendo necesidades básicas como la distribución de medicamentos, alimentos y mantas. “A veces íbamos puerta a puerta porque muchos vecinos no tenían luz ni teléfonos operativos para comunicarse”, explicó. También destacó la importancia de coordinar la distribución de recursos esenciales y asegurar que los afectados tuvieran acceso a información clave.
Por su parte, Conchita, voluntaria de Protección Civil, detalló cómo se activaron los planes de emergencia desde el primer momento, movilizando recursos como bomberos y policías, participando en rescates y evacuaciones, y habilitando refugios para los afectados. Además, subrayó la importancia de evaluar los daños tras la emergencia, una tarea fundamental para gestionar ayudas económicas y planificar la reconstrucción de infraestructuras esenciales.
Ambos profesionales recalcaron que su labor no termina cuando finaliza la emergencia. Desde el apoyo psicológico a las víctimas hasta la prevención y sensibilización sobre cómo actuar en futuros desastres, la colaboración entre Protección Civil y los trabajadores sociales resulta indispensable para garantizar la resiliencia de la comunidad.
La profesora Nagore Gil Lázaro, promotora de la actividad, destacó la importancia de sensibilizar a los estudiantes sobre estas realidades desde una edad temprana. Los alumnos, por su parte, se mostraron emocionados por los relatos compartidos. “Ahora sabemos lo importante que es ayudar con lo que tenemos y hacerlo desde el corazón”, comentó una alumna de 6º de Primaria. Gracias a iniciativas como esta, los jóvenes no solo comprenden los efectos de fenómenos naturales como la DANA, sino que también desarrollan valores de solidaridad y empatía, esenciales para construir comunidades más fuertes y unidas.