
El Ayuntamiento de Calatayud ha solicitado al Instituto Aragonés del Agua (IAA) una subvención por importe de 113.740,50 euros para modernizar y hacer más eficiente el ciclo urbano del agua en Torres, Embid de la Ribera y Huérmeda.
Esta cantidad supone el 90% del total de la inversión a realizar (152.917,78 euros), en la instalación de nuevos equipos de telelectura, la sectorización, control y telecontrol de este suministro y servicio en las tres pedanías.
Es una actuación impulsada desde el departamento municipal de Medio Ambiente, que se ha concretado en base a la memoria elaborada por AQUARA, la empresa concesionaria del servicio de agua en toda la ciudad.
La concejala delegada del área, Ana Isabel García, explicaba que el proyecto contempla la instalación de contadores en abonados y sectores, así como sistemas para medir de forma continuada tanto el cloro, como la turbidez entre otros elementos, y otros equipos que posibiliten la sectorización del suministro.
De este modo “se pretende dar solución a los problemas que ocasiona le falta de datos de explotación de calidad de agua en tiempo real y continuo en los tres barrios, logrando ser más eficientes al reducir las pérdidas de agua, y siendo más sostenibles con un recurso tan importante como es este”.
El IAA publicaba la convocatoria de estas ayudas para entidades locales de menos de 20.000 habitantes, procedentes de los fondos europeos de Recuperación y Resiliencia (Next Generation).
Al ser el censo población de 2024 el que se toma como referencia cuando oficialmente Calatayud contaba con 19.850 habitantes se ha podido acoger a estas subvenciones.
Tecnología aplicada al ciclo del agua
Son tres las soluciones que se proponen; la telelectura, la medición de la calidad, y la posibilidad de control en remoto de todo el ciclo.
La digitalización en la medición en los consumos domésticos sustituyendo a los contadores, ofrece más información que es de gran utilidad alertando de posibles fugas. Además facilita la lectura y la facturación dejando atrás la medición manual.
Por otra parte se plantea la colocación de equipos que midan el ph, el cloro, o la turbidez en continúo, y en los depósitos generales de salida hacía las tres pedanías de Embid, Huérmeda y Torres. Estos facilitarán la vigilancia de la calidad del agua y el control de caudales y la presión. La alteración repentina de estos parámetros puede indicar una fuga y permite la actuación en fases muy tempranas.
Finalmente desde AQUARA se ha valorado el telecontrol de todo el sistema para contar con la información, digitalizada y obtenida de manera automática. En esta parte se integrarán las señales de los contadores, también de los nuevos sectores, los sensores de calidad de agua. Será otra ventaja la generación de informes que automáticamente se elevan a la plataforma del Instituto Aragonés del Agua.