Miles de peñistas con sus charangas, la Corporación Municipal, vecinos y visitantes han acompañado esta pasada madrugada a San Roque hasta su ermita. En este 16 de agosto su Cofradía es la verdadera protagonista. La que conserva algunas de las esencias de estas populares fiestas.
El punto de partida de los romeros ha sido la Plaza de España, donde el pasado día 13 empezaban los festejos que esta noche terminan. La Corporación municipal se colocaba las bandas que los identifican en el interior de la casa consistorial y esperaban el inicio de la marcha. Los cofrades con sus varas rodeaban la peana del Santo iluminada en esta noche bilbilitana.
Por el barrio de San Roque hasta la explanada donde está la ermita, el santo ha sido bailado y aplaudido. Una vez arriba la misa campestre se entremezclaba con el sonido de los bombos de las charangas, y con la música que llegaba y todavía sonaba en los locales de las peñas. Sobresalía el toque del campanico que llegaba desde la puerta de la ermita. Por ella ha pasado el santo y ha escuchado sus gozos antes de iniciar el descenso con parada en la era de la Cofradía.
Esos momentos, algunos gestos, la fusión de la historia, la devoción y la fiesta y el encuentro de generaciones hacen singular esta mañana estival en la capital bilbilitana.
Es parte de este día que con las luces del alba los cofrades repartan chocolate y los conocidos bizcochos de Calatayud a mitad del camino y de regreso a la Plaza de España.
De nuevo en el centro de la ciudad los peñistas, como vienen haciendo desde hace décadas han pedido al alcalde las vaquillas. El guión no cambia. José Manuel Aranda, el primer edil, las concedía. Con él, el jovencísimo preboste Martín Peña Larriba, sacaba el pañuelo blanco por el balcón, y todos a las vaquillas.
La Cofradía de San Roque ha continuado la agenda de su día visitando centros asistenciales de la ciudad y realizando el sorteo de quien tendrá la suerte y el honor de ser preboste el próximo año.
El concejal de Festejos del Ayuntamiento bilbilitano, Héctor Sarriá hacia un balance “muy positivo” de estas fiestas y de la respuesta tanto de peñistas, que han aumentado como de los visitantes que se han recibido. “Ha sido espectacular ver la ciudad estos días”, afirmaba.
También el presidente de Interpeñas, Gerardo Bernal, manifestaba su satisfacción por una celebración en la que la romería ha contado con una afluencia masiva. “El año pasado ya hubo mucha gente, pero este año se ha superado.
Esta tarde han tenido lugar los tradicionales muñecos de capea en la plaza de toros y seguirá la diversión hasta esta noche cuando suene la traca fin de fiestas y Calatayud empiece a contar los días que quedan para el San Roque 2024.
