
El alcalde de Calatayud, José Manuel Aranda, ha recibido a la hermana María Yugo, que se ha despedido de la ciudad en la que ha estado trabajando desde hace 38 años. La religiosa llegó al Hospital Municipal que estaba en el edificio del Seminario de Nobles, en el año 1.985.
Con posterioridad y entre el año 2000 y 2008, esta monja, natural de la localidad navarra de Arguedas, estuvo dedicada a la atención de los mayores en la Residencia Municipal de San Íñigo. Una vez terminada su labor en este centro se ha centrado en labores de voluntariado tanto en esa residencia como en Caritas y en otras entidades sociales de la ciudad.
Antes de retirarse a una residencia en Garrapinillos, la hermana Yugo quería trasladar directamente al regidor municipal su despedida de los bilbilitanos entre los que ha pasado buena parte de su vida.