
Durante la tarde de ayer, Calatayud defendía ayer su solicitud para formar parte de la Red de Juderías de España-Caminos de Sefarad. En 2019 se desestimó la petición y se volvía a registrar con el acuerdo del Pleno municipal por unanimidad en diciembre del año pasado. Ayer se defendía una memoria en la que se describe que Calatayud cumple con los requisitos exigidos para ser parte de esta red que ahora componen 21 ciudades.
El alcalde bibilitano, José Manuel Aranda, introducía la exposición. De la parte histórica se hacía cargo el doctor en Historia del Arte, Herbert González, y había además un descendiente de la familia Alconstantini, Luca Ascoli, originaria de la judería bilbilitana que se refería a los vínculos emocionales con la capital bilbilitana.
Historia común
Las ciudades de la Red de Juderías Caminos de Sefarad, tienen en común un pasado y patrimonio, herencia de las comunidades judías que las habitaron. De la misma forman parte: Tui, Tudela, Ávila, Sagunto, Toledo, Plasencia, Segovia, Ribadavía, Lorca, León, Lucena, Jaén, Estella, Córdoba y Béjar entre otras. El único municipio aragonés en esta red es Tarazona.
La aljama de Calatayud fue después de la de Zaragoza la más importante de Aragón. Estaba en una zona de compleja orografía y contó con dos castillos, cárcel, carnicería, una decena de sinagogas, hospital y hornos entre otras dependencias para los más de 1.000 habitantes que la poblaron.
En los últimos diez años la administración local ha ejecutado diferentes inversiones en esta zona de la ciudad que superan el millón de euros.
Son requisitos clave para entrar en este grupo, entre otros, tener una oficina de turismo, proyectos de recuperación del patrimonio sefardí, además de promover la historia y ofrecer experiencias en torno a esos recursos.









