El Estadio Municipal de San Iñigo de Calatayud acogía hoy la segunda jornada en el grupo 2 de la Regional Preferente Aragonesa. Intenso duelo futbolístico entre dos colosos de la categoría, un partido que prometía ser una auténtica batalla desde el pitido inicial y que, como se esperaba, no defraudó a nadie.
Los primeros compases del encuentro fueron una declaración de intenciones por parte del Brea. Salieron al césped con una energía arrolladora, dominando la posesión y acorralando al Atlético Calatayud en su propio campo. El asedio a la portería fue constante, una ola tras otra de ataques que ponían a prueba la solidez defensiva del equipo visitante. Sin embargo, a pesar de las múltiples aproximaciones, el gol se les resistía.
A medida que el reloj avanzaba, el Calatayud fue despertando de su letargo. Se sacudieron el dominio inicial y, poco a poco, empezaron a ganar terreno, a estirarse y a crear peligro. La primera gran oportunidad del partido llegó de sus botas en la recta final de la primera mitad. Una jugada brillante que dejó a la afición local con el corazón en un puño y que, para su alivio, se estrelló con un estruendo en el larguero. A pesar de que el Brea tuvo más ocasiones, ninguna fue tan clara como esa.
En el segundo tiempo, el guion cambió por completo. El Atlético Calatayud salió con una marcha más, demostrando una notable mejoría. El juego se igualó e incluso inclinó la balanza a su favor en cuanto a control y posesión. Sin embargo, a pesar de su empuje, las ocasiones claras brillaron por su ausencia. Solo el delantero Pablo Aznar “Panocha”, logró inquietar seriamente al portero local, aunque sin éxito.
La figura indiscutible de este periodo, y del partido en general, fue el guardameta del Calatayud, Ernesto. Con intervenciones providenciales, seguridad bajo palos y una concentración férrea, se erigió como un muro infranqueable que desbarató una y otra vez los intentos del Brea por adelantarse en el marcador.
Cuando todo parecía abocado a un empate sin goles, el tiempo de descuento trajo consigo la dosis final de emoción. El Brea dispuso de la oportunidad más clara del partido: un mano a mano que pudo haber roto el empate y sentenciado el partido.
Al final, ninguno de los dos equipos logró llevarse la victoria. El Calatayud se salvó de una derrota que pudo haberse materializado en el último suspiro, mientras que el Brea se marchó con la sensación de haber dejado escapar una gran oportunidad. El resultado final, un empate sin goles, fue el reflejo de un partido intenso y parejo, donde la igualdad prevaleció hasta el final. Los dos equipos demostraron por qué son considerados dos de los mejores de la categoría, dejando a la afición con ganas de una segunda parte de esta gran rivalidad.
Con este empate, el conjunto bilbilitano es cuarto clasificado con cuatro puntos, y empatado a puntos con el tercero: el CD Valdefierro. El próximo domingo, los de Sergio Pérez “Willy” realizarán su primer desplazamiento de la temporada. Se enfrentará al CD Fuentes de Ebro.
